10/9/2024
¿Qué es la cadena del gas y cómo funciona?
Cuando pensamos en el gas, la electricidad o el agua, lo primero que viene a la mente del usuario común es probablemente la factura con el consumo final y los costes que conlleva. Sin embargo, la facturación no es más que la expresión final de un proceso muy largo, en el que intervienen varios actores y que comienza desde muy lejos. De hecho, la "cadena de suministro" se define como todo el proceso desde que se extrae el gas hasta que llega y se utiliza en los hogares de los usuarios finales o en las industrias. En este análisis en profundidad, veremos qué caracteriza a la cadena de suministro del gas natural, que desde hace más de 40 años es el combustible más utilizado para producir electricidad y calor.
¿Cuáles son los pasos por los que pasa el gas antes de llegar a nuestros hogares? Primero hay que extraerlo y tratarlo, luego transportarlo a los países de destino, distribuirlo y, por último, comercializarlo.
La extracción
Encontrar un yacimiento de gas no es en absoluto una conclusión inevitable. El gas se encuentra en el subsuelo, entre los microporos de las llamadas "rocas yacimiento", generalmente cubiertas por una capa impermeable de arcilla, que bloquea su salida y ascenso. Para encontrar el gas, es necesario identificar dónde lo almacenan las rocas del yacimiento y, para ello, los exploradores realizan complejos y costosos estudios geológicos y geofísicos del subsuelo, con el objetivo de crear un modelo digital en 3D del subsuelo.
Una vez identificada una zona adecuada y estudiada su estructura y dimensiones, proceden a la creación de un primer pozo exploratorio, cuyo objetivo es verificar la presencia real de gas. Si el resultado de la investigación es positivo, el siguiente paso consiste en estimar la cantidad de gas presente. Si, incluso en este caso, la investigación arroja resultados satisfactorios (la extracción es un proceso muy costoso y, si la cantidad de gas no es elevada, los exploradores no inician la siguiente fase), se pasa al plan de desarrollo, en el que se define el número de pozos de producción que extraerán realmente el gas, su ubicación, trayectoria, tipo de pozo, etc.
Una vez extraído, el gas se trata en plantas especiales para introducirlo "limpio" en los sistemas de distribución. En el caso del yacimiento italiano, por ejemplo, el gas ya tiene una concentración muy alta de metano (99%) y, en esta circunstancia, el tratamiento consiste en separar la poca humedad natural del gas del propio metano. En otros yacimientos, en cambio, hay otras sustancias presentes en el momento de extraer el gas (CO2, nitrógeno, ...), lo que requiere un tratamiento más complejo y económicamente costoso. Sólo después de un tratamiento meticuloso se introduce en la red de transporte, para ser dirigido a los usuarios finales.
El transporte
Hay dos formas posibles de transportar el gas. La primera, la principal, es a través de gasoductos, una densa e intrincada red de tuberías subterráneas de acero, en cuyo interior se impulsa el gas, en estado aeriforme, a alta, media y baja presión. Los gasoductos permiten transportar grandes cantidades de gas, directamente desde el lugar de producción hasta el lugar de consumo, sin necesidad de operaciones de carga y almacenamiento. La elección del trazado de un gasoducto se basa en el análisis de varias alternativas en función del impacto medioambiental, la seguridad del transporte y la viabilidad técnico-económica. Es necesario comprobar que el trazado de la tubería no interfiere con los equilibrios existentes y que la propia tubería está aislada de fenómenos inestables, como procesos de erosión, desprendimientos o corrimientos de tierras.
La segunda modalidad se caracteriza por el transporte de gas mediante metaneros: cuando no es posible el transporte por gasoducto, porque las distancias que hay que salvar son excesivas o hay que atravesar un tramo de mar demasiado largo, el metano se licua y se transporta mediante metaneros. Se calcula que alrededor del 25% del metano mundial se transporta de esta manera. El metano, licuado a -161°C, tiene un volumen unas 600 veces menor que el gas natural original. Un buque metanero medio transporta 130.000 metros cúbicos de metano licuado, lo que corresponde a 78 millones de metros cúbicos en estado gaseoso. Sin embargo, los costes de transporte de los buques metaneros son mucho más elevados, ya que son necesarios varios transbordos: el primero consiste en transportar el gas desde el yacimiento hasta la costa por gasoducto; posteriormente, el gas se licua y se carga en un buque metanero, equipado con tanques aislados térmicamente y sofisticados sistemas de seguridad y protección medioambiental; una vez llega a su destino, se descarga en la terminal de importación, donde se calienta, se devuelve al estado gaseoso (a través del regasificador) y se inyecta, tras haber alcanzado un nivel de presión adecuado, en la red de gasoductos.
Al llegar al país de destino, el gas se conduce por gasoductos primarios hasta la red regional y las zonas de almacenamiento, que permiten mantener reservas de gas para hacer frente a los picos de demanda.
La distribución
De las redes nacionales y regionales, el gas pasa a las redes provinciales y municipales, gestionadas durante varios años por distribuidores locales. Sin embargo, antes de introducirse en las tuberías de conexión que lo transportan hasta las industrias y los hogares, el metano entra en las cabinas de Regulación y Medición, donde recibe un segundo tratamiento antes de entrar en la red de distribución local. En primer lugar, como su nombre indica, estas cabinas miden y regulan el gas. Mientras que la medición se realiza mediante instrumentos volumétricos específicos, la regulación del gas, en cambio, consiste en la reducción de la presión: el gas se somete a un proceso que disminuye la presión hasta un umbral predefinido.
Además de estas dos funciones básicas, en el interior de las cabinas se realizan otras funciones
- filtrado: se "optimiza" el gas y se eliminan las partículas en estado sólido o líquido que puedan estar presentes y comprometerlo;
- precalentamiento: la temperatura del gas se mantiene siempre a la temperatura óptima, en torno a 5°C. Para calentarlo se utilizan equipos específicos como el circuito de precalentamiento, las calderas y el intercambiador de calor;
- odorización: esencial para la seguridad, ya que permite detectar el olor característico del gas en caso de que haya fugas en la vivienda. Para ello, el gas se mezcla con sustancias llamadas "mercaptanos".
Posteriormente, el gas queda listo para ser introducido en la red y llegar a los usuarios finales, no sin antes, eso sí, que el distribuidor se asegure de mantenerlo a una presión de entre 19 y 32 mBar, como hemos explicado en este artículo en profundidad.
El mercado
La cadena de suministro se cierra con la negociación y venta del servicio de gas, que se desarrolla en dos etapas. La primera negociación, de hecho, tiene lugar entre la empresa importadora y la vendedora: los proveedores compran la materia prima generalmente en el mercado mayorista, y posteriormente aplican un margen de beneficio antes de vender el gas al consumidor final.
Además, cada consumidor final, desde la introducción del mercado libre, tiene la posibilidad de elegir la empresa que le proponga la oferta económica que mejor responda a sus necesidades económicas.
Fuentes externas
- https://www.snam.it/it/chi-siamo/infrastrutture-snam/index.html
- https://www.geopop.it/come-si-estrae-il-gas-vi-mostriamo-i-processi-di-estrazione-e-trattamento-di-una-delle-principali-fonti-di-energia/
- https://eniscuola.eni.com/assets/documents/ita/eniscuola/energia/gas-naturale/EstrazioneTrasporto.pdf
- https://www.snam.it/it/home.html
- https://www.milanofinanza.it/news/spiegazione-come-funziona-mercato-gas-approvvigionamento-vendita-fasi-filiera-202311090909424381
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