Los retos del sector de las utilities para los técnicos de campo: la importancia de las herramientas digitales avanzadas
En el sector de las utilities y de la energía, la gestión de las actividades en campo requiere precisión, rapidez y un alto nivel de organización.
La innovación tecnológica está transformando radicalmente este sector. En el centro de esta transformación están las aplicaciones móviles, que permiten a los operadores acceder a una gran cantidad de datos en tiempo real y tomar decisiones más informadas. Desde las notificaciones de averías hasta la geolocalización de las intervenciones, las aplicaciones móviles se están convirtiendo en herramientas indispensables para garantizar la continuidad del servicio y mejorar la satisfacción del cliente.
Necesidades y escenarios operativos del sector de las utilities
Detrás de la aparente sencillez con la que accedemos a los servicios que ofrecen las empresas del sector de las utilities se esconde el trabajo intensivo, y a menudo apenas perceptible para el usuario final, de técnicos especializados. Estos profesionales se enfrentan diariamente a distintas dificultades que van mucho más allá del simple mantenimiento de las infraestructuras.
Una de las principales dificultades son las condiciones ambientales. De hecho, los técnicos se encuentran a menudo trabajando en condiciones meteorológicas difíciles, que hacen que su trabajo no sólo sea complicado, sino también arriesgado.
La seguridad también es una preocupación constante: trabajar con instalaciones de alta tensión o sustancias sensibles expone a los técnicos a riesgos considerables. Además, las operaciones se realizan sobre todo en la calle o en zonas públicas, lo que expone a los trabajadores también a posibles accidentes.
Otro aspecto que hace complejo el trabajo de los técnicos es el estado de las infraestructuras de las utilities, a menudo obsoletas, ya que muchas redes de distribución siguen utilizando tecnologías que datan de hace décadas. El mantenimiento de estas redes puede complicarse por la degradación de los componentes, lo que a menudo dificulta encontrar incluso piezas de repuesto o personal con los conocimientos adecuados. Además, hay que tener en cuenta que, cada vez con más frecuencia, los operadores de campo tienen que gestionar la renovación de las infraestructuras con nuevas tecnologías, como las redes inteligentes o los contadores inteligentes, con lo que tienen que lidiar con la carga de hacer que los sistemas antiguos y nuevos funcionen en sinergia, una tarea que requiere no solo conocimientos técnicos avanzados, sino también una considerable capacidad de resolución de problemas.
Otro reto importante son las limitaciones de tiempo impuestas por la autoridad, de plazos para las actividades programadas o, peor aún, el tener que realizar actividades imprevistas. Las averías pueden producirse en cualquier momento, a menudo fuera del horario laboral habitual, lo que hace necesario que el personal esté de guardia. Las averías repentinas, las interrupciones del servicio o los fenómenos naturales desastrosos pueden presionar a los técnicos, que tienen que resolver los problemas lo antes posible para minimizar las molestias a los clientes, sobre todo en lo que respecta a la continuidad del servicio.
Por último, además de los aspectos puramente técnicos y operativos enumerados hasta ahora, los técnicos deben navegar por un complejo panorama normativo y observar reglamentos específicos de la autoridad que cambian constantemente. Cada intervención debe realizarse de conformidad con la normativa e ir acompañada de una documentación precisa de las actividades realizadas, incluidos informes detallados sobre el mantenimiento y las intervenciones. Esto añade una carga burocrática que a lo largo del tiempo se percibe como un reto adicional en un trabajo ya de por sí exigente.
Límites e ineficacias de la gestión operativa en campo con herramientas no informatizadas
El uso de herramientas no informatizadas da lugar a una serie de ineficiencias que pueden afectar negativamente a la productividad, a la calidad del servicio y a la satisfacción del cliente. Analicemos algunas de ellas a continuación.
La contabilidad de las actividades de campo de los técnicos de las utilities, es decir, el registro y el seguimiento de las operaciones realizadas, es un proceso crucial para garantizar la eficacia, la transparencia y la calidad del servicio. Sin embargo, cuando este proceso se gestiona utilizando herramientas no informatizadas, como documentación en papel o simples hojas de cálculo, suelen surgir numerosas limitaciones que afectan negativamente a toda la operación. Entre los principales problemas están los errores y la inexactitud de los datos, causados por errores de transcripción o dificultades para leer documentos manuscritos. Esto da lugar a resultados inexactos, que pueden afectar negativamente a las operaciones.
Además, hay que tener en cuenta que el tratamiento de la información lleva tiempo, sobre todo cuando hay que esperar a que los técnicos vuelvan a la oficina para entregar los informes. Los retrasos son múltiples e implican tanto la finalización y el seguimiento de las actividades como el análisis y la extracción de información útil, lo que también repercute en los plazos de los procesos de toma de decisiones. Esto también tiene consecuencias de considerable impacto en los procesos de gestión de los recursos implicados en la realización de actividades en campo. Sin herramientas digitales, es difícil tener una visión en tiempo real del estado de éstas, lo que complica la coordinación eficaz de los recursos y la planificación de las actividades posteriores. Sin un sistema informatizado, resulta más complejo gestionar las prioridades de las intervenciones, especialmente en situaciones de emergencia.
El almacenamiento y la recuperación de datos también constituyen un reto: la gestión de documentos en papel requiere espacio físico y complica el acceso a la información histórica en caso de auditorías, revisiones o necesidades de elaboración de informes. Sin herramientas digitales, la trazabilidad de las actividades realizadas puede ser insuficiente, lo que complica la verificación de las operaciones y la identificación de ineficiencias o errores.
Además, la no adopción de sistemas informatizados da lugar a procesos lentos de intercambio de información entre los distintos departamentos que colaboran en la ejecución de un mismo proceso operativo, que por tanto no trabajarán de forma sinérgica y eficiente.
En última instancia, seguir anclados en soluciones no digitalizadas conlleva un aumento de los costes operativos, al requerir una cantidad mucho mayor de tiempo y personal para realizar actividades en su mayoría repetitivas e ineficaces, que inevitablemente reducen la calidad del servicio prestado.
Ventajas y soluciones que ofrece el uso de una aplicación móvil dedicada a la ejecución de operaciones en campo
En el contexto descrito más arriba, hay muchas actividades y situaciones que representan retos específicos y requieren soluciones tecnológicas avanzadas y procedimientos bien estructurados.
Basta pensar en la gestión de casos de emergencia. Una interrupción del servicio reviste especial importancia; responder rápidamente a este tipo de sucesos es crucial para minimizar las molestias a los clientes y garantizar la continuidad del servicio. Unas herramientas informáticas eficaces para el registro inmediato de los informes, el despliegue rápido de los técnicos de campo y el seguimiento en tiempo real de las intervenciones garantizan que cada problema se resuelva con prontitud.
Durante las operaciones en campo, los técnicos podrán, por ejemplo, registrar rápidamente los cortes de electricidad recién detectados. Este proceso utilizará herramientas especiales que garantizarán un censo preciso e inmediato de los cortes, lo que permitirá transmitir los datos al sistema central para un seguimiento continuo y una respuesta coordinada a la necesidad emergente.
Pero la evolución de las herramientas automatizadas también ofrece cada vez más autonomía a los operadores de campo gracias a funcionalidades que ofrecen la posibilidad de tratar directamente las situaciones imprevistas, generando nuevos expedientes técnicos directamente en campo. A continuación, se pueden contabilizar estos imprevistos y llevar a cabo regularmente las actividades necesarias, garantizando así la máxima eficacia en términos de finalización y trazabilidad de las operaciones realizadas.
Sin embargo, una herramienta digital de apoyo a los operarios, para ser eficaz, debe liberarse de las limitaciones técnicas típicas de las herramientas informáticas, una de las cuales es la necesidad de tener acceso a una conexión de datos. Es esencial que sea posible realizar las tareas que deben llevarse a cabo, registrando con precisión las operaciones realizadas y disfrutando de las funcionalidades del software incluso en modo offline. La garantía de la integridad y puntualidad de la transmisión de la información adquirida viene dada por la posibilidad de sincronizar los datos en cuanto se restablezca la conectividad.
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En conclusión, la inversión en herramientas tecnológicas es esencial para mantener la competitividad y estar a la altura de las crecientes necesidades del sector. El sector de las utilities, con sus peculiaridades y numerosos retos, requiere un enfoque moderno y tecnológicamente avanzado para garantizar la continuidad y la calidad del servicio.
La adopción de las soluciones de software avanzadas que ofrece Terranova no sólo mejora la eficiencia operativa, sino también la capacidad de responder rápidamente a las emergencias, garantizando al mismo tiempo una gestión precisa y transparente de las actividades en campo.
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