Emergencia 1 en Cataluña, la peor sequía exige contramedidas

El mes pasado, el presidente catalán Aragonés describió la situación actual de Cataluña como la "peor sequía de la historia moderna del país", superando incluso las ya graves cifras de sequía de 2007-2008, según informó The Guardian. El escenario, de hecho, es de los más difíciles de la historia: algunas zonas de la región no se riegan con agua de lluvia desde 2021 y las reservas de agua cayeron por debajo del 16% en enero de 2024, lo que ha llevado al propio presidente a anunciar el estado de Emergencia 1, a partir del viernes 2 de febrero. Las medidas de emergencia afectan a 202 municipios, entre ellos Barcelona, con un total de más de 6 millones de habitantes, lo que equivale a casi toda la población de Cataluña.

Ya durante la sequía de hace 17 años, en respuesta a la situación de emergencia, se diseñó la mayor planta desalinizadora de agua de Europa, que todavía hoy suministra el 33% del agua que utiliza la ciudad de Barcelona. Además, se puso en marcha el reciclaje de aguas residuales, del que hoy procede el 25% del suministro de agua de Cataluña. Sin embargo, con una sequía cada vez más agobiante, el gobierno local ha considerado urgentes nuevas contramedidas para combatir la nueva contingencia: ya en vigor de forma experimental en el norte de la región, las nuevas medidas incluyen el cierre de fuentes, parques acuáticos, pistas de patinaje, duchas de playa, piscinas públicas y privadas, y la prohibición de regar parques y lavar coches. Sólo quedan abiertas, por ahora, las piscinas que utilizan agua de mar y los lavaderos de coches que reciclan el agua, mientras que las aguas subterráneas se utilizarán para regar los árboles.

En el sector de las Utilities, ya se había dado una señal de alarma en este sentido en los últimos años, cuando la obsolescencia de las infraestructuras y las consiguientes fugas de agua en las redes ya habían llamado la atención de la Administración sobre la importancia de digitalizar todo el sector, con el fin de proteger el recurso. Por ello, el Gobierno español, siguiendo la línea ya iniciada en toda Europa y la hoja de ruta de la Agenda 2030, dio un fuerte impulso a la adopción de infraestructuras inteligentes, especialmente en el sector del agua, mediante la aprobación del Proyecto Estratégico de Recuperación y Transformación Económica (PERTE), para la digitalización del sector de los Servicios Públicos, que movilizó cerca de 3.000 millones de euros de fondos públicos y privados hasta finales de 2023. Casi todas las empresas del sector del agua han iniciado ya, o están iniciando ahora, la digitalización de sus actividades y, en 2024, se espera un gran aumento de la oferta de contadores inteligentes en toda la Península Ibérica. La mejora de las lecturas y los beneficios derivados del ahorro del recurso son las principales palancas que hacen natural el cambio de los contadores tradicionales a los contadores inteligentes, ya que su sustitución se ha hecho cada vez más necesaria debido a factores medioambientales.

Con sequías que alcanzan máximos históricos y un clima cada vez más duro con los recursos naturales primarios, es necesario reducir drásticamente las pérdidas y las herramientas para hacerlo ya están en el mercado. La transición digital puede apoyar la gestión de la emergencia hídrica, y en Terranova estamos al lado de nuestros clientes y territorios con nuestras soluciones inteligentes, para ser actores activos en una revolución cada vez más urgente y necesaria hacia la sostenibilidad.