Casos prácticos de inteligencia artificial aplicada al sector de las utilities

Mediante el uso de la inteligencia artificial, podemos abordar el problema de las facturas anómalas. Se pueden utilizar herramientas de inteligencia artificial para hacer evaluaciones de, por ejemplo, el comportamiento habitual de los usuarios, combinando elementos como los datos históricos de consumo del usuario, datos de consumo de usuarios similares, datos de factores externos excepcionales (por ejemplo, un periodo de sequía anormal) y otros elementos. El análisis de estos factores, procesados por un motor de inteligencia artificial, puede darnos instantáneamente una respuesta sobre la medida esperada, identificando así un nivel de verosimilitud para el que puedo detectar las supuestas anomalías.

Mediante el uso de inteligencia artificial, se puede dotar al usuario final de una herramienta para interactuar con un chatbot, disponible 24 horas al día, que proporcione respuestas inmediatas a las preguntas formuladas, facilitando el trabajo de los operadores en la ventanilla.
Yendo un paso más allá, una herramienta similar puede utilizarse para gestionar las relaciones entre oficinas de la misma empresa. Esto permite gestionar en paralelo actividades operativas y consultas sobre una base de datos, confiadas estas últimas al motor de inteligencia artificial, aumentando así la productividad de la empresa.

La organización de las actividades de campo exige el cumplimiento de una serie de limitaciones internas, como los horarios de trabajo, los permisos, las vacaciones y las competencias específicas de un operador. A éstas se añaden restricciones externas, como la localización geográfica de la intervención, las horas que deben respetarse y la duración prevista.
Un programa informático basado en la inteligencia artificial puede generar una programación de las actividades en función de los objetivos del departamento, optimizando el trabajo en función de distintos parámetros, como la rapidez de las intervenciones, la organización de equipos con competencias específicas o un reparto equitativo del trabajo entre los operarios.
La programación de actividades puede completarse con herramientas cartográficas que también permiten tener en cuenta el tiempo de desplazamiento debido al tráfico.

Gracias a nuestra colaboración con Arcoda, podemos ofrecer una herramienta virtual que permite un intercambio inmediato de información entre el operario que trabaja en campo y el operario remoto.
En el caso, por ejemplo, de un operario que trabaja en una red subterránea, puede utilizar una herramienta de realidad aumentada, a través de una tableta o un visor, para ver la posición exacta de las tuberías, evitando así tener que acceder al portal de la empresa. Esta herramienta también permite compartir con un operario remoto lo que está "viendo", de modo que pueda recibir ayuda para solucionar problemas introduciendo la información necesaria en un espacio virtual, layer, dedicado.